Originariamente, las pruebas A/B se utilizan para analizar una página web y su funcionamiento con los usuarios pero en nuestro caso, vamos a ver como podemos utilizar el mismo método para anuncios web y en redes sociales.
En principio, una prueba A/B es mostrar a los usuarios dos versiones de un mismo anuncio por ejemplo y evaluar cuál funciona mejor y por qué.
EJEMPLO: tenemos un flyer “A” para instagram con una imagen de una propiedad de fondo y ciertos datos como la palabra “VENTA”, la ubicación de dicha propiedad, su valor en el mercado, una breve descripción y los datos de contacto.
Y su vez, realizamos un flyer “B” con otra imagen de la misma propiedad y la información ubicada de distinta manera en el espacio. Tal vez los detalles de la propiedad elegimos no incluirlos en esta prueba “B” y nos lo reservamos para dejarlo por escrito en la descripción del posteo.
Veamos el ejemplo a continuación:
Una vez que tengamos los diseños A y B listos, lo siguiente es poner ambas publicaciones en circulación. Lo ideal sería pautar por ellas destinando la misma cantidad de dinero y la misma cantidad de días de circulación de cada.
EJEMPLO: destinamos un presupuesto de mil pesos durante 7 días para cada una de las pruebas.
Y al final de los siete días en los que circularon los anuncios, vemos qué publicación tuvo mejor resultado.
Lo importante es definir de antemano qué queremos averiguar con este tipo de testeos. Otra opción puede ser averiguar si es conveniente o no incluir el precio de la propiedad dentro del flyer y para ello, lo más conveniente es realizar dos flyers idénticos pero una versión “A” con precio y una versión “B” sin él.
Probar un cambio a la vez ayuda a identificar qué cambios tuvieron un efecto en el comportamiento de los visitantes y cuáles no. Con el tiempo, pueden combinar el efecto de múltiples cambios ganadores de los experimentos para demostrar la mejora medible de una nueva experiencia sobre la anterior.